4 – Casa Olano. Las mujeres en la Guerra
Al igual que en muchos otros ámbitos, también durante la guerra la aportación de las mujeres quedó en segundo plano. Sin embargo, hemos documentado a varias milicianas que se implicaron directamente, la mayoría de ellas en tareas de retaguardia: cuidados, servicios, cocina…
Evidentemente también sufrieron represión y persecución. Cuando los fascistas ocuparon el pueblo, hubo al menos una a quien le cortaron el pelo (Juana Izagirre). Otras tuvieron que exiliarse, en muchos casos con sus hijos e hijas: Jaxinta Agirre, Maria Irastorza, Gregoria Lizarralde… También hubo encarceladas: Bernarda Aranburu; despedidas de su trabajo: la telefonista Eugenia Arruti, la maestra Maria Olariaga…, y una, Romana Zubiria, fue fusilada en Donostia con su marido.

En la época de la guerra, en lugar del edificio que vemos aquí enfrente, se encontraba la casa Olano, donde se reunían las militantes de Emakume Abertzale Batza. La hija de la casa, Manuela Olano, era la presidenta. Las mujeres del PNV se dedicaban, principalmente, a la promoción del euskera, de la cultura y tradiciones vascas y a impulsar las ideas nacionalistas. Según algunos testimonios, cuando entraron los fascistas, a varias de ellas les impusieron multas.

También hemos encontrado el rastro de otra mujer usurbildarra, pero que actuó a favor de los franquistas. Se trata de Sor Angeles, una monja que estuvo de carcelera en la prisión de mujeres de Saturraran y que, según algunos testimonios de las presas, tuvo un comportamiento muy cruel para con ellas.
Más información: Mujeres en la guerra
